miércoles, 19 de julio de 2017

Niki And The Dove | Instinct

Escrito para Revista Metrónomo

Niki And The Dove es un dúo de músicos originario de Estocolmo, Suecia, que demoró su debut discográfico dos años desde su aparición en la escena musical en el 2010. Sin embargo, este tiempo no fue un periodo de silencio y maquinación, periódicamente liberaron y revelaron algunas canciones que a pinceladas iban dibujando de que se trataba este proyecto.

Temas como “DJ Ease My Mind” y “Under the Bridges” aparecieron en el primer año de esta agrupación. Después, durante el 2011 y comienzos del 2012, los cortes “The Drummer”, “Mother Protect”, “Tomorrow” y una nueva versión de “DJ Ease my Mind” inundaron la escena, poniendo en perspectiva ese pop sintetizado y poderoso que abunda en la actualidad. Con esto, lograron el puesto número 5 de Sound OF 2012, el sondeo anual entre críticos y prensa especializada de la BBC, en el Reino Unido, y el puesto 103 de los charts de música del mismo país

…proyectos como Grimes, Lykke Li e incluso MGMT, con una trayectoria más amplia, ahogaron el intento de Niki And The Dove…

Así, todo apuntaba a un estreno discográfico certero y contundente que compilaría todo lo anterior y otro tanto que los posicionara como artistas innovadores, contemporáneos y vanguardistas. No obstante, el conjunto de canciones que conforman Instinct es un poco más de lo mismo. Es decir, mientras la producción y la espera, proyectos como Grimes, Lykke Li e incluso MGMT, con una trayectoria más amplia, ahogaron el intento de Niki And The Dove, opacando el brillo de un lanzamiento con casi 24 meses de expectativa.

Aunque haciendo comparaciones, puede que odiosas, con artistas como estos, es fácil pensar que el álbum no es del todo descartable. Además, Malin Dahlström (voces) y Gustaf Karlöf (teclados), miembros de la dupla, merecen ser reconocidos en mérito. Ella como cantante y él como productor. Y esto se evidencia en temas como “The Drummer”, fiestero y pegajoso: una serie de sintetizadores que se deslizan sin ninguna dificultad en cualquier pista de baile.

Más adelante, y por casi 10 minutos, “The Gentle Roar” y “Mother Protect” presentan un lado salvaje. Percusiones tribales, voces superpuestas y susurros, se extienden uniéndolas en una fórmula que rompe el esquema de ese pop saturado y curtido, que basa su esencia en lo dulce y empalagoso.

La diferencia incuestionable la dan “DJ Ease My Mind”, “The Fox” y “Under The Bridges”, cortes oscuros, graves y pesados que contrastan con temas como “Winterheart” y “Love to The Test”, que conectan de inmediato a Wounded Rhymes, la última producción de Lykke Li; suaves e infantiles.

Por otro lado y para olvidar: “In Our Eyes” y “Last Night”, versiones sintentizadas de la cantante pop de los años ochenta Cindy Lauper, resaltan el lado más débil y repetitivo del electro/pop y synth/pop que Dahltröm y Karlöf exponen, tan común por estos días y en donde la trascendencia se mide en asimilaciones, tal como lo hecho aquí.

Es de esta forma como Niki And The Dove entra en los parámetros de lo general que por momentos se hace exclusivo con detalles sutiles que anuncian la intención de combinar y cambiar lo plantado con novedad e innovación. Todo esto, siguiendo el instinto. Ojalá funcione.R

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